Café vietnamita con huevo

Si uno menciona que el café puede combinarse con huevo, puede sonar muy extraño para el mercado occidental. Sin embargo, al imaginar esta mezcla como si fuera un tiramisú cubierto con una espuma dulce, ligera y aireada de yema de huevo y leche condensada... El café vietnamita con huevo es una de las formas más deliciosas para disfrutarlo si eres amante de esta bebida.

Los vietnamitas conocen muy bien el potencial de su café y siempre pueden sorprender con nuevas formas de disfrutar y degustar como un postre dulce, como si fuera un flan caliente. El espesor, fuerte y oscuro del café, entremezclado con el dulce ideal de las yemas de huevo y la leche condensada.  Es realmente una experiencia única para aquellos paladares que buscan sabores exóticos y emocionantes.

¿Cuál es el origen del café vietnamita con huevo?

El café con huevo, Cà phê trung en vietnamita, fue un ingenioso recurso ante la falta de leche fresca, el aditivo de café preferido en aquel momento. Se comenzó a utilizar yemas de huevo batidas con azúcar y leche condensada para generar una textura y sabor similar. También puede encontrarse en Italia, donde se lo conoce como “uovo sbattuto”, allí nació en las granjas humildes donde el café con huevo tenía un menor costo a la hora de acompañar los desayunos. La región escandinava también tiene su propio café con huevo, aunque la preparación es muy diferente.

Su origen en el país del sudeste asiático, se remonta a los años 40 en el Café Giảng, ubicado en las calles Nguyen Huu Huan y Yen Phu, en uno de los barrios más populosos de Hanoi. Nguyen Van Giang fue el diseñador de esta bebida, quien era por aquel entonces el chef del Hotel Métropole. Es entonces que Nguyen Van Giang decidió dejar su trabajo para establecer su propio café.

Al principio, esta receta de café asiático no era muy popular, y solo los habitantes ricos de las ciudades lo consumían. Uno de los principales problemas es que el huevo se batía a mano, sin poder disimular el olor y sabor del huevo crudo en la bebida. 

Hoy en día, el café con huevo es tan popular que ahora se puede encontrar en cafeterías por todo Vietnam, considerado como una bebida nacional y una delicatessen que casi es más un postre que una bebida. 

Mientras que el café de Vietnam con huevo se sirve en Hanoi desde los años cuarenta, en la ciudad Ho Chi Minh empezó a servirse en 2014. Actualmente, la cafetería Giang se considera el lugar de origen de esta variante dulce de la cafeína vietnamita, siendo el hijo del creador quien continúa con la costumbre, al final de un callejón muy pequeño donde la decoración se entremezcla con la atmósfera del antiguo Hanoi.

¿Cómo preparar un buen café vietnamita con huevo?

Para preparar una taza es necesario: 

- Una cafetera con filtro phin

- café molido

- 2 yemas de huevo

- 3 cucharaditas de leche condensada

- 1 cucharadita de azúcar

Se utilizan yemas, azúcar, leche condensada y café de tipo robusta, como la que puedes encontrar entre las especialidades de Cafés Hastio. Sus granos tienen un sabor genuino, amargo y con poca acidez. La mezcla con huevo le brinda una textura cremosa y olores marcados. Se sirve en una taza dentro de un recipiente con agua caliente para mantener su temperatura constante.

Siempre se debe cuidar la cocción del huevo. Si este está más crudo de lo recomendado representa un riesgo de enfermedades transmitidas por los alimentos. Al mismo tiempo, es importante que no se pase, para generar ese efecto de crema que deseamos para acompañar al café.

¿Cómo lograr el mejor café vietnamita con huevo?

La clave está en los ingredientes. El café en polvo ideal es el café robusta molido de Cafés Hastio. Los huevos deben ser frescos, batidos junto con leche condensada o azúcar de calidad. La espuma de huevo batido y el café crean una mezcla de color amarillo caramelo extremadamente atractiva. También puedes agregarle más detalles gourmets como crema doble o nata, leche en polvo, canela o cacao, entre otros.

Hay que colocar la yema de huevo y la leche condensada endulzada en un tazón pequeño. Aquí es donde entra en acción un batidor de varillas o una batidora manual, dependiendo de la consistencia preferida, hasta que estén bien montados. Esto creará una textura denominada "punto de cinta", por la forma en que la mezcla cae formando un patrón como si hubiera una cinta en la superficie de la mezcla. 

Hay que servir el café recién hecho en una taza caliente. Coloque la mezcla de huevo y leche lentamente sobre el café hasta formar una bebida homogénea de color moka. Al poco tiempo podrá observar que la mezcla de leche de huevo flotará encima del café. Recomendamos servirlo en baño María para una mayor consistencia y que se mantenga separado en dos capas por más tiempo. Para mezclar el café con la crema es necesario revolverlo bien.

Es una bebida que se disfruta lentamente y sin necesidad de sacar la taza del cuenco, manteniendo su temperatura por más tiempo. En caso de no tener un filtro vietnamita, puedes hacerlo con una máquina expreso o de moka. Eso sí, la preparación del café debe ser concentrada y fuerte para contrastar con el dulzor de la crema de huevo.

No dude en probar el café vietnamita con huevo. Sentirá el placer de mezclar los opuestos, la dulzura extrema de la espuma de leche condensada y yema de huevo con la intensidad y el dejo amargo del café oscuro vietnamita. Una agradable sorpresa al ingerir la textura más consistente y cremosa de este café, gracias a la yema de huevo. Un toque de suavidad en medio al potente sabor genuino de los granos del café asiático robusta, muy populares en el sudeste del continente.

Prueba el café vietnamita de Cafés Hastio.